Rafael Arévalo Martínez
Se licenció en teología en el convento de Santo Domingo de Guatemala. En 1803 viajó a España. Fundó una imprenta, donde editó el periódico El Pararrayo y publicó varios escritos bajo el seudónimo El Especiero. Obtuvo el recocimiento de la prensa del siglo XVIII y de principios del siglo XIX. Con la Fábula del león logró la fama como escritor.[] En 1798 gana el Concurso Nacional convocado por la Sociedad Económica “Amigos del País” en Guatemala. Arévalo Martínez desempeño un papel crucial en la literatura del siglo XX de Centro América. Con Francisco Fernández fundó, dirigió y redactó la revista Juan Chapín, órgano principal del grupo de autores conocidos como la Generación de 1910. Estos fueron los jóvenes, Arévalo Martínez entre ellos, que guiaron la literatura de Guatemala fuera del Modernismo y la enfocaron hacia las nuevas tendencias contemporáneas. Más tarde Arévalo Martínez trazó su propia senda que sólo él habría de caminar. Pero son muchos, entre los escritores que hemos leído del país del quetzal, que le agradecen los consejos al maestro de gramática.También redactó en otros periódicos y revistas nacionales y extranjeras, entre las cuales: La República, El Nuevo Tiempo y Centro América. Alcanzó el puesto de Director de la Biblioteca Nacional de Guatemala. Viajo a los Estados Unidos y países de América Central. Recibió varios reconocimientos por sus aportes a la literatura hispana. Fue condecorado con La Orden del Quetzal, la más prestigiosa condecoración de Guatemala y la Orden de Rubén Darío en el grado de Gran Cruz, la más prestigiosa de Nicaragua.
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